Por fin, después de diez años, tenemos con nosotros un nuevo disco de Rafael Catana: Caballo, recientemente salidito del horno, aunque la grabación se inició tiempo atrás, y que se presentó el pasado viernes 4 de noviembre en el Alicia.
Caballo es, como cada disco de Catana, un acertijo, un rompecabezas cuya solución va provocando en el escucha una sensación desértica, de abandono, de callejón sin salida, de irremediable derrota. Una narración que va pulsando entre ese desánimo y un resquicio apenas perceptible y que, al paso del disco, va tomando una fuerza vital, de aferre, de esperanza, de futuro.
Los escenarios desoladores donde se plantea la angustia del autor son, como en toda su obra, recurrentes, pesados, incómodos (muchos no quisieran encontrarse ahí), pero son tan necesarios para darnos cuenta de que es posible emerger de ellos.
Ir a salto de mata, entre cactos, trenes, animales, palabras, mujeres, muertes, ángeles, congales, bombas, es casi como ir brincando en campo minado buscando el futuro, es como meternos a cada canción de Rafael con un fusil que, como diría Celaya, es un arma cargada de futuro.
Caballo viene a ser otra muestra palpable del trabajo de su autor en el campo letrístico. Catana es, sin ningún lugar a dudas, uno de los grandes letristas de la música mexicana y su manejo del lenguaje, con esa gran capacidad de síntesis y metáforas nos devuelve el aliento cada que escuchamos sus rolas.
En el terreno musical comparte los méritos con Federico Schmuckler quien ha sabido encontrar los arreglos a veces cadenciosos, las más intensos, para la nueva propuesta fonográfica de Rafael Catana ¡Enhorabuena!
Caballo es, como cada disco de Catana, un acertijo, un rompecabezas cuya solución va provocando en el escucha una sensación desértica, de abandono, de callejón sin salida, de irremediable derrota. Una narración que va pulsando entre ese desánimo y un resquicio apenas perceptible y que, al paso del disco, va tomando una fuerza vital, de aferre, de esperanza, de futuro.
Los escenarios desoladores donde se plantea la angustia del autor son, como en toda su obra, recurrentes, pesados, incómodos (muchos no quisieran encontrarse ahí), pero son tan necesarios para darnos cuenta de que es posible emerger de ellos.
Ir a salto de mata, entre cactos, trenes, animales, palabras, mujeres, muertes, ángeles, congales, bombas, es casi como ir brincando en campo minado buscando el futuro, es como meternos a cada canción de Rafael con un fusil que, como diría Celaya, es un arma cargada de futuro.
Caballo viene a ser otra muestra palpable del trabajo de su autor en el campo letrístico. Catana es, sin ningún lugar a dudas, uno de los grandes letristas de la música mexicana y su manejo del lenguaje, con esa gran capacidad de síntesis y metáforas nos devuelve el aliento cada que escuchamos sus rolas.
En el terreno musical comparte los méritos con Federico Schmuckler quien ha sabido encontrar los arreglos a veces cadenciosos, las más intensos, para la nueva propuesta fonográfica de Rafael Catana ¡Enhorabuena!
Se oye excelente, pero se ve que Catana no tiene ni idea de cómo vender sus chingados discos. Ni en el pinche Chopo los encuentra uno. Y el Multiforo Alicia, donde creo que él dijo que se podría encontrar, me da miedo... Te mando un chócalas, mi.
ResponderBorrarJajaja, se lo pasaré al costo al buen Catana
ResponderBorrarya 5 y 19 pm en faro de oriente y el maese catana está abajo, quieropalomear con él el próximo 23 de junio en el alicia
ResponderBorrarquuiero palomear el 23 de este junio con él y los otros
ResponderBorrarya palomeamos, pero ya quiero estar con él en el escenario, cantandolos gorrones, de salvador flores o por cigarros a honk kong, 5 y 26 pm faro de oriente martes 13 o algo así de junio 2017
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